jueves, 29 de junio de 2006


Como bien dice mi gran amigo JC la vida se compone de ciclos... Y vamos pasando de ciclo en ciclo, asi es como crecemos como personas.
Lo malo viene cuando esos ciclos vitales se forman en circulos concentricos, como los de la imagen. Es entonces cuando el ciclo se repite una y otra vez, y nos cuesta mucho dar el salto al siguiente. quiza porque nos hemos acomodado, todo resulta familiar y no nos damos cuenta; o quiza porque no nos atrevemos a pasar a un ciclo desconocido, seguramente por cobardia.
Yo quiero pensar q tarde o temprano seremos capaces de saltar y cambiar nuestro circulo y empezar otra vez de cero con la experiencia del ciclo anterior.
Dedicado a nuestra amada y sufrida Seleccion Española de Futbol.
Mizo

lunes, 19 de junio de 2006


Es una mañana de Corpus como otra cualquiera. Al fondo, la calle Recogidas desemboca en la siempre viva Gran Via. Granada ha vuelto a seducirme, lo ha hecho como le gusta coquetear a las ciudades bonitas: A base de belleza y tranquilidad. Caminar por Granada sigue siendo un lujo. Soñar con Granada vuelve a ser una premisa como otra cualquiera. ¿Veis el final de la foto? Pues alli aparecí borracho en alguna ocasión... Calle abajo, buscando un hogar prestado de estudiantes en el Zaidin. Con un frio exquisito e inolvidable...Granada...a fin de cuentas

martes, 6 de junio de 2006


Su mirada era pura complicidad en todo. Se llama Andrea y la naturalidad de sus infantiles movimientos la convertía en el objetivo ideal de una apacible tarde de fotos. Le encantaban las fotos, pero le gustaba tambien hacerse la interesante y huir de mi cámara, pero se dejaba querer y cuando intuia los desangelados movimientos de obturaciones, velocidades y demás botonaje sacaba lo más profundo de si misma y sonreía profundamente. Era su forma de ofrecernos lo mejor de ella, su sonrisa y sacar lo peor de nosotros, nuestra debilidad ante la presencia de un ángel de tres primaveras. Antes de sacar el ojo del visor, Andrea ya miraba en otra dirección, como fingiendo un desinterés que se prolongaría tanto como tardara en apuntarle a su blanquecino rostro. No pensaríais que iba a regalaros una sonrisa tan valiosa, ¿no?...

Chito

viernes, 2 de junio de 2006


Hacía calor. Ella se sostenia quieta y silenciosa en el asiento de al lado. De repente mis manos fueron testigos únicos de mis actos...tan impuros como sinceros...tan intensos como delicados... tan suaves como tensos...Sólo mis manos... mis pupilas... sobre una rueda ajusto la velocidad a la que la luz del dia nos impone amar...ya casi estoy fundido contigo...

Ya casi rebosan arte las cuencas de mis ojos...

Mientras, en silencio... hemos elegido que un espejo furtivo nos delate al resto del mundo...Como si nuestra historia de amor fuera no mas que eso... amor...

Chito