jueves, 18 de septiembre de 2008

No queda mas remedio algunas veces que relajarse y ver la vida pasar a tu alrededor. Y es desconcertante, sobre todo cuando te das cuenta de que no puedes hacer nada por solucionar algo, o cuando eso que tú querías que fuese de una manera, no sale como deseas.
Por eso lo mejor es tomárselo con calma, y observar. Ver como lo que está a tu alrededor va cambiando. Como se transforma toda tu realidad ante tus propios ojos, mientras sientes que no puedes o debes hacer nada para detener ese proceso.
Y es duro. Es muy difícil soportar la impotencia que produce el tomar conciencia de que cuando vuelvas a retomar el control sobre tu vida ya nada sera como tu esperabas. Pero también es verdad que cuando todo esto ocurre, lo mejor es quedarse quieto, mas que nada porque remar contracorriente es una perdida de tiempo y un gasto de energías practicamente inútil.
Puede parecer con esto que digo que soy conformista, o demasiado pasivo. Pero la verdad es que prefiero quedarme quieto y aprender de los acontecimientos, que malgastar mis fuerzas empeñándome en cambiar lo que no puedo.
Así me siento en este momento, confiando en que todo acabe rápido y yo pueda volver a retomar las riendas de mi destino. Porque aunque no lo creáis, el destino a veces se deja manejar, y va por el camino que nosotros mismos marcamos. Hasta que vuelve a dar un giro de los suyos, y pasa lo que habéis leído durante todo este post.
Saludos.
Mizo

domingo, 7 de septiembre de 2008


La culebra